La escasez de agua afecta a una de cada tres personas en el mundo y la situación empeora con el crecimiento demográfico, la urbanización y el aumento de los usos domésticos e industriales de ese líquido.
Ante esta realidad, del 26 al 31 de agosto se celebrará en Estocolmo la Semana Mundial del Agua, un foro para analizar cómo afrontar este problema y, sobre todo, cómo garantizar la seguridad alimentaria.
En el evento participarán expertos del Fondo Internacional para el Desarrollo de la Agricultura (FIDA), científicos, empresarios, funcionarios públicos y líderes civiles.
La reunión tiene lugar en un momento en que la seguridad alimentaria mundial es inestable debido a los precios volátiles de la energía, las cosechas pobres y la demanda creciente de víveres han elevado los precios de la comida.
Además, las sequías que afectan a Estados Unidos y el Sahel han exacerbado el problema al reducir la producción de una zona agrícola que suministra el 40% de la demanda mundial de alimentos.