La epidemia de ébola que fue declarada en Guinea (África occidental) el pasado mes de marzo y que se extendió en los meses siguientes por tres países (la propia Guinea, Liberia y Sierra Leona) sigue sin estar controlada y se ha cobrado ya la vida de 672 personas. En los últimos días, además, han saltado todas las alarmas al conocerse el fallecimiento de una persona en un cuarto país, Nigeria, también a causa del mismo brote. Ocurrió el pasado martes, cuando Patrick Sawyer, asesor del ministro liberiano de Finanzas, falleció en la ciudad nigeriana de Lagos, a donde llegó procedente de Liberia a bordo de un avión que hizo escala en Togo. Tanto este último país como Nigeria han activado sus sistemas de vigilancia con todas las personas con las que Sawyer pudo estar en contacto durante su viaje.