Según los geólogos, el volcán, que se encuentra unos 10 kilómetros por debajo del parque nacional de Yellowsonte, es uno de los más peligrosos, porque se registró un crecimiento de presión acelerado desde 2004. La profundidad de su cámara de magma es de más de 600 kilómetros y su diámetro alcanza los 480. Su posible erupción dejaría dos tercios del territorio de EE. UU. cubiertos de cenizas. El último desastre natural que provocó el supervolcán de Yellowstone fue hace ya unos 600.000 años, por lo que los científicos admiten que queda poco tiempo para una nueva erupción.
Hasta ahora se cree que el último volcán de ese tipo en expulsar magma fue uno en Indonesia, hace cerca de 74.000 años.
Los científicos estadounidenses han descubierto que los llamados ‘supervolcanes’ subterráneos entran en erupción mucho más a menudo de lo que estimaban antes y la presión de uno de ellos va creciendo rápidamente bajo el parque nacional de Yellowsonte, en el norte de EE. UU.